Se denomina escenografía tanto al arte y técnica, diseño y decoración de espacios escénicos,[1] como al conjunto resultante de elementos visuales que constituyen de forma realista, ideal o simbólica el lugar en el que se desarrolla una acción y que conforman una producción escénica o escenificación.[2] Estos elementos pueden ser corpóreos (decorado y utilería), la iluminación, la caracterización de los personajes (vestuario, maquillaje, peluquería); o bien la propia puesta en escena de los diversos espectáculos en vivo (teatro,[3] danza, ópera, zarzuela, circo), así como en el cine, televisión, eventos, muestras y exposiciones.[1][5] Se considera la intersección entre la arquitectura y el drama, ambas disciplinas incluidas dentro del concepto de bellas artes.La familia Galli de Bibiena era una familia dedicada al arte escenográfico que surgió a finales del xix en Bolonia, pero se extendió por el norte de Italia, a Austria y Alemania.Los griegos usaron el periacto,[6] artificio especial que empleaban en sus teatros para cambiar decoraciones.Había un periacto en cada lado del escenario, y al girar quedaba cambiada la decoración.Las construcciones que se levantan detrás del escenario sirven para alojar a los actores, facilitan sus entradas y salidas; se mantiene la misma concepción del decorado y manejan idéntica maquinaria: los trajes para los intérpretes son similares, pero a partir de este momento llevarán siempre la máscara.Se utiliza durante toda la Edad Media en la representación de obras religiosas y profanas hasta la época del Renacimiento.Se puede comprobar que su origen se encuentra en las primitivas representaciones, particularmente en Inglaterra, donde un simple cartel indicaba el lugar o una voz despertaba la imaginación de los espectadores explicando las excelencias de un decorado que no existía.El escenario para los nuevos espectáculos se podía representar en cualquier lugar, en jardines o salones de palacios.Surgió la necesidad de ampliar el escenario, dando a su fondo una disposición artística.A través del vano se ven palacios de relieve aplanado, reducidos en perspectiva, formando una calle que parece ser la de Tebas, porque esa fue la ciudad en que reinó Edipo, y con la tragedia del mismo nombre se inauguró el teatro.Por un lado, el espacio público, calles y plazas donde se celebran representaciones religiosas.La ópera participó en el desarrollo, pues era un género que reclamaba gran presentación y apoyo económico.Además el gas, que acababa de hacer su aparición permitía sorprendentes iluminaciones.Las estéticas se suceden como las teorías; así vemos cómo el simbolismo necesita una nueva fórmula (1890): La decoración debe ser una pura ficción ornamental que complete la ilusión por sus analogías de color y de líneas con el drama.Pintores como Maurice Denis y Odilón Redon se adhirieron a este principio, y un hombre de teatro como Lugné-Poé dio su talento a las iniciativas del momento en el teatro de l’Oeuvre.Para Fuller los elementos que componen el espectáculo escénico son en este orden: luz, color, movimiento y música.Para Appia la luz será la responsable de realizar escénicamente la melodía infinita wagneriana.[12] George Fuchs que ratifica la necesidad del decorado plástico, su hallazgo es la "escena en relieve".Existía de hecho una luz que podía exaltar el color, proyectar sombras, crear atmósferas no conocidas hasta entonces y dar relieve a lo corpóreo en la escena.Antón Giulio Bragaglia y Enrico Prampolini en Italia crearon escenografías dentro de directivas muy personales.En torno a 1920 se desarrolla en Alemania un teatro antinaturalista y reteatrallizado, en el cual la palabra cede terreno ante la comunicación no verbal.Trabajan sobre la espiritualidad, anhelo de lo inmaterial, se configura directamente sobre la escena, en imágenes, palabras y sonidos sin ser previamente articulados en una estructura dramática-literaria.El decorado reducido a sus líneas esquemáticas como recomendaron Appia y Fuchs, fue tendencia entre algunos que consideran que la escenografía retiene en exceso la atención del espectador y estorba la escena en perjuicio del actor.Hay que mencionar a Franco Zefirelli, Lila De Nobili, Eugene Berman, Pino Casarini y Wieland Wagner.Para Brecht el grado en que un espectador de teatro siente empáticamente lo que va ocurriendo en el escenario, es una función directa del grado de empatía e identificación del actor con su personaje.En otras palabras, si se desea más o menos involucramiento emocional del espectador, esto puede ser regulado intrínsecamete, en la relación actor-personaje.