Pueden ocurrir cuando se trata de magma viscoso, típicamente de tipo riolítico o andesítico, y comparten algunas similitudes con las erupciones vulcanianas.
Las fases iniciales de la erupción se caracterizan por flujos piroclásticos.
La cúpula puede colapsar más tarde, dando lugar a flujos de ceniza y bloques calientes.
El ciclo de erupción suele completarse en unos pocos años, pero en algunos casos puede continuar durante décadas, como en el caso de Santiaguito.
Otros ejemplos de erupciones peleanas incluyen:[2]