[1] Los bebés están particularmente sujetos a la acumulación del gas en el estómago mientras se alimentan.
Esto puede causar molestias considerables al niño a menos que eructe.
[8] Es posible inducir voluntariamente el eructo tragando aire y después, con la manipulación en la zona vocal, producir el habla.
En la cultura occidental el eructo es considerado un acto de descortesía y desaseo.
Sin embargo en el Medio Oriente la India y China el eructo es una señal de satisfacción por la comida.