[1][2][3] El retroceso de la costa hacia la tierra puede medirse y describirse en una escala temporal de mareas, estaciones y otros procesos cíclicos a corto plazo.
[5] Además, la abrasión ocurre comúnmente en áreas donde hay vientos fuertes, arena suelta y rocas blandas.
Este efecto ayuda a erosionar, suavizar y pulir las rocas.
Según el IPCC, el aumento del nivel del mar causado por el cambio climático aumentará la erosión costera en todo el mundo, cambiando significativamente las costas y las zonas costeras bajas.
El desgaste se produce cuando las olas hacen que trozos sueltos de escombros rocosos (pedregales) choquen entre sí, triturándose y astillándose entre sí, volviéndose progresivamente más pequeños, más suaves y redondos.
[7] La abrasión, también conocida como corrasión, ocurre cuando las olas rompen en los acantilados y lo erosionan lentamente.
Estas estructuras no son inmunes al desgaste normal y deberán ser renovadas o reconstruidas.
[13] Las tormentas pueden causar erosión cientos de veces más rápido que el clima normal.
Se pueden hacer comparaciones de antes y después utilizando datos recopilados mediante levantamientos manuales, altímetro láser o una unidad GPS montada en un vehículo todoterreno.