Se especializó en escultura monumental y conmemorativa, misma que está colocada en una centena de espacios públicos relevantes de su país.
En 1925 ganó un concurso para pintar murales en el Palacio de Minería, Se decantó por la escultura, campo en el que trabajaría a lo largo de su vida.
Colaboró en los años 30 en la elaboración del conjunto escultórico del Monumento a la Revolución junto a Oliverio Martínez, con quien realizaría obra escultórica en distintos estados de México.
[5] En 1948 comenzó con el arquitecto Enrique Aragón el Altar a la Patria, conocido como popularmente como «Monumento a los Niños Héroes», mismo que fue finalizado en 1952.
La construcción del monumento le daría fama y reconocimiento en México, por lo que su actividad escultórica, particularmente en espacios públicos se prolongaría por tres décadas más.