[1] La ermita estuvo dedicada antiguamente a Nuestra Señora del Amparo, y el cronista Caballero Villamediana consignó que, al menos en el siglo XVIII, disponía de dos enfermerías amplias destinadas a cuidar a los pobres y enfermos de ambos sexos que se financiaban con las rentas generadas por una obra pía creada a tal efecto y administrada por un sacerdote secular que era al mismo tiempo el capellán del sanatorio.
[3][4] Sobre la puerta hay un nicho vacío y sobre este se halla una espadaña de pequeñas dimensiones.
[1] Y conviene señalar que la cúpula está compuesta por molduras delgadas con falsos nervios.
[1][2] Se desconoce si los muros del resto del templo son los primitivos o si fueron revestidos durante la reforma llevada a cabo en la ermita en el siglo XVIII.
[1] Durante dicha reforma toda la nave fue cubierta con una bóveda de yeso, dividida en seis tramos, con lunetos y arcos fajones que parten de ménsulas con molduras y que finaliza en su parte superior con el arco toral.