Junto a esta ermita está el cementerio que se usó después de la iglesia y antes del actual cementerio, allá por el siglo XIX y la primera mitad del XX.
Junto a la ermita hay un camino que lleva al actual cementerio del pueblo.
Hay un esquilón sobre la entrada y otro en desuso guardado en una vitrina en el interior de la ermita, fechado en 1681.
Esta última imagen resulta extraña, ya que el toro es el símbolo de San Lucas.
La ermita cuenta además con un púlpito de piedra en desuso.