En la misma nave podemos encontrar a la virgen de la Soledad —tallada por Sebastián Santos Rojas en 1952—, así como un cristo yacente del siglo XVII.
Sufrió numerosas renovaciones a principios del siglo XX —1906 y 1994— (de estilo manierista).
Y a los pies, en alto, se sitúa el coro, configurado mediante bema de madera.
En la fachada principal se encuentra una portada de medio punto situada en el centro, realizada por sillería, flanqueada por pilastras y coronada con un muro de hastial polilobulado que alberga un emblema mariano rematado con jarrones y cruz central.
La portada principal se corona con friso superior, así como un frontón recto y roto.