Allí se ejerce, en el curso de los milenios, la acción conjugada de la arroyada y del viento que transforma estos derrubios.
En los desiertos la meteorización es de tipo mecánico, por los contrastes bruscos de temperatura, que obligan a dilatarse y contraerse a los materiales, los cuales se fragmentan.
La arena puede ser transportada por el viento a grandes distancias y formar depósitos.
Los ergs se concentran entre los paralelos 20 y 40 de ambos hemisferios.
En Sudamérica se limitan a la costa peruana y el noroeste de Argentina.