Una hamada o hammada (en árabe, حمادة ḥammāda) es un tipo de paisaje de desierto pedregoso, caracterizado en gran parte por su paisaje árido, duro, de mesetas rocosas y con poca arena.
Las hamadas existen en contraste con los ergs, que son grandes zonas conformadas por dunas de arena cambiantes, modificadas continuamente por los vientos dominantes.
‘Hamada’ es un término empleado comúnmente como toponímico en muchas zonas del Sáhara, como sucede con Hamada el Hamra, en Libia.
Probablemente, su origen se debe a la denudación ocasionada por el viento durante millones de años con clima seco, que arrastró toda la arena hacia las llanuras donde terminó por acumularse formando las dunas de los ergs propiamente dichos.
El viento elimina los productos finos de la meteorización (un proceso conocido como deflación): los productos más finos son eliminados en suspensión, mientras que la arena se extrae a través de saltación y superficie de arrastre, dejando tras de sí un paisaje de grava, cantos rodados y la roca desnuda.