Se comercializó en paquetes o tubos dosificadores.
El producto tenía forma de pasta y sólo mezclando con agua hirviendo en unos minutos se obtenía una sopa de guisantes lista para comer.
La empresa Knorr que pertenece al grupo Unilever decidió de parar la producción a finales del año 2018, debido a baja demanda.
Al empezar la guerra Franco-prusiana estaba la industria de alimentación dando trabajo a 1700 trabajadores llegando a producir díariamente 7 toneladas (posteriormente 65) y en total entre 4000 hasta 5000 toneladas de pasta.
Hoy en día la pasta se comercializa bajo la marca Knorr de la multinacional Unilever.