Se llaman zonas erógenas a las partes del cuerpo humano cuyo estímulo tiene como resultado la excitación sexual.Suelen asociarse a las zonas que presentan más densidad de terminaciones nerviosas y, por ello, mayor sensibilidad además de a los órganos genitales.Se puede considerar que toda la piel es una zona erógena, aunque existen partes más propensas a producir excitación sexual si son acariciadas o besadas.Las zonas erógenas suelen ser aquellas cuya piel presenta una mayor cantidad de terminaciones nerviosas.El escroto aparece también entre las zonas que los hombres consideran más erógenas.[1] Las mujeres consideran el clítoris como la principal zona erógena de su cuerpo.
Zonas erógenas de los humanos: No específica y áreas específicas