[3] Los registros fósiles sitúan a las aves elefantes como las aves más grandes que hayan pisado la tierra (la segunda sería la moa), pues se habría elevado hasta los tres metros con una masa corporal media de casi 650 kg, en el caso de la especie mayor: Vorombe titan.
Con tan formidables dimensiones, no es de extrañarse que los huevos del ave elefante fueran igualmente gigantes.
Unos años después, otro francés, Dumarele, pudo ver un huevo de ave elefante e intentó comprarlo sin conseguirlo.
De acuerdo con un estudio publicado en 2018, se reconocen los siguientes géneros y especies:[4] Los nativos las conocieron como vouron patra.
El navegante Marco Polo en sus viajes a Oriente, se hizo eco de dichas leyendas y las divulgó.
Pese al enorme tamaño, las aves elefante eran bastante inofensivas y, al igual que gran parte de las otras especies avícolas extintas, bastante torpes, sumando a su vez sus movimientos lentos que oponían muy poca resistencia a sus captores.
Cuando los franceses tomaron posesión de Madagascar en 1642, las grandes aves elefante probablemente solo sobrevivían en áreas aisladas.
Aun así, versiones poco fiables señalan que incluso a mediados del siglo XIX se habrían avistado ejemplares en la isla.