Eparquía de Cluj-Gherla
La nueva eparquía pasó a ser sufragánea de Făgăraș y Alba Iulia.Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Transilvania fue anexada a Rumania.Por presión del régimen comunista que tomó el poder en Rumania, el 1 de octubre de 1948 se reunió un sínodo de 36 sacerdotes en Cluj que votó por finalizar la unión con Roma y establecer la reunión con la Iglesia ortodoxa rumana.[7] En 1955 el obispo de Cluj-Gherla, Iuliu Hossu, fue liberado y puesto bajo arresto domiciliario en un monasterio, él rehusó la propuesta del patriarca ortodoxo rumano, Iustinian Marina, para volverse arzobispo ortodoxo de Iași y metropolitano de Moldavia y así ser el sucesor oficial del patriarca.Permaneció bajo arresto domiciliario y cada año envió un memorando al presidente de Rumania, pidiendo que las leyes de la república y los acuerdos internacionales fueran observados con respecto a los greco-católicos.Emergieron a la vida pública 3 obispos secretamente ordenados y el 14 de octubre de 1990 el papa Juan Pablo II restableció la jerarquía eclesiástica.