Epístola a los filipenses

[7]​ Las dataciones de la Epístola a los filipenses suelen agruparse según se sostenga que fue escrita en Éfeso (hacia el año 56), en Cesarea (58-60) o en Roma (61).

A pesar de estar preso (1,1-26), expresa su alegría al pensar en ellos y en la difusión del Evangelio.

Les exhorta a vivir en unidad y humildad, siguiendo el ejemplo de Cristo en su abajamiento (1,27-2,18).

[24]​ En algún momento durante su visita a Pablo, Epafrodito aparentemente contrajo alguna enfermedad debilitante que amenazaba su vida.

La alegría es un tema destacado en este escrito, impulsada especialmente por el buen comportamiento y la disposición de los filipenses (cfr.

Para el apóstol Pablo, la muerte es vista como una liberación de las limitaciones terrenales para ir directamente a estar con Cristo.

Pablo está urgiendo a la comunidad de Filipos la unidad eclesial, cuyo presupuesto básico es la humildad (Flp 2,1-4).

Les propone ahora, como acicate, un formidable ejemplo: la humillación de Cristo que desemboca en su glorificación.

Pudo haber manifestado exteriormente la gloria, que desde siempre poseía, y, por lo tanto, aparecer glorioso en su humanidad.

Hecho hombre, asumió la condición puramente humana, como uno de tantos, cargado con las debilidades comunes a los mortales, excepto el pecado.

El dolor y las dificultades son ocasiones providenciales que permiten al cristiano identificarse más plenamente con Cristo, abrazándose sin temor a su cruz (v.

Jesús es el modelo supremo de humildad, como se muestra claramente en los versículos que siguen.

Se evoca el contraste entre Jesucristo y Adán, que siendo hombre ambicionó ser como Dios.

Todas las criaturas quedaron sometidas a su poder, y los hombres deberán confesar la verdad fundamental de la doctrina cristiana: «Jesucristo es el Señor».

.El ser humano, por sí solo, no puede realizar ninguna acción que lo conduzca a la vida eterna sin la intervención de Dios.

A pesar de esto, la gracia divina no anula nuestra libertad, ya que somos nosotros quienes decidimos y actuamos.

Por lo tanto, la limitación humana para realizar obras meritorias con sus propias fuerzas no debe ser motivo de desánimo.

Se extiende desde 2:19 hasta 2:30 y comprende los siguientes apartados: La carta a los filipenses tiene una cesura de carácter que no pasa desapercibida.

En cuanto al capítulo 4 es en su mayor parte tranquilo aunque algunos versículos pueden considerarse como pertenecientes a la polémica.

Según San Juan Pablo II, El sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor… para transformar toda la civilización humana en la ‘civilización del amor’[61]​ Es conmovedor observar la forma en que los primeros cristianos vivían la fraternidad, con un afecto profundo y un respeto práctico hacia sus pastores.

Primero, advierte contra los judaizantes y describe la transformación que él mismo vivió al abrazar la fe en Cristo (Fil 3,1-16).

Finalmente, expresa la alegría y gratitud que siente al recordar a la comunidad filipense (Fil 4,1-20).

Sin embargo, ciertos predicadores cristianos de orientación judaizante enseñaban que los conversos gentiles también debían circuncidarse.

San Pablo, en un tono crítico, los llama "los de la mutilación" (Fil 3,2), ya que se enfocaban en la circuncisión física sin comprender su significado espiritual.

Además, San Pablo muestra una notable actitud pastoral, dando ejemplo con su vida de aquello que enseña:[68]​

Así, le pide que, en coherencia con su nombre, actúe como verdadero "compañero de yugo" en las tareas del Evangelio.

[70]​ Las palabras de San Pablo resultan especialmente admirables considerando que las escribe estando preso y encadenado.

Así como ellos, también nosotros tenemos la certeza de que, mientras esperamos su regreso glorioso, el Señor nos acompaña siempre con su providencia.

De este modo, la oración se convierte en un medio seguro para conservar la paz, como así enseñaba San Bernardo:[73]​ Todas las realidades terrenas y las cosas nobles de este mundo tienen un valor divino, son buenas, y le sirven al cristiano para acercarse a Dios (v.

No ansía recibir sus donativos, sino más bien el beneficio espiritual que esas ofrendas aportarán a ellos mismos.

Epístola a los filipenses.
Ruinas del anfiteatro de Éfeso con la calle del puerto que conduce a la costa (2004)
Ruinas de Filipos , ciudad de Tracia (noreste de Grecia)
Papiros de Oxirrinco 1009, que contiene parte de Filipenses (siglo III d. C.)