El Flak Rakete era un cohete que debía volar justo en frente del blanco y estallar su gigantesca cabeza con 500 kg de explosivos.
El resultado fue que, incluso con una cabeza de combate tan pesada, era necesario un fuselaje mucho más pequeño, tan pequeño que podía ser lanzado desde una plataforma del cañón antiaéreo de 88mm.
El cohete debía utilizar un sistema de guía terrestre por radio control.
Para mayo de 1944, 60 fuselajes habían sido fabricados y estaban esperando los motores.
Sin embargo, este sistema nunca fue desarrollado más allá de esquemas y bocetos.
Años después, la US Navy (Marina de los Estados Unidos) adoptó este sistema y lo perfeccionó en el desarrollo del misil aire-aire AIM-9 Sidewinder.