Saturnismo
Se denomina saturnismo, plumbosis o plombemia al envenenamiento que produce el plomo (Pb) cuando entra en el cuerpo humano.Se denomina saturnismo hídrico al que se produce a través del agua ingerida, pues el plomo, mineral inoxidable muy maleable, no confiere gusto al agua ni a los alimentos.El plomo es el primer metal conocido y más ampliamente estudiado por su riesgo ambiental.[1] El saturnismo genera anemia, debido a que el plomo en la sangre bloquea la síntesis de hemoglobina y altera el transporte de oxígeno a la sangre y hacia los demás órganos del cuerpo.Se cree que estas reacciones son provocadas tras la sustitución de los metales como el calcio, el hierro y el zinc por plomo dentro de las enzimas; las diferencias en las propiedades químicas provocan que no cumplan debidamente las funciones enzimáticas.Presumiblemente, Beethoven padeció esta enfermedad, la cual es posible que le provocase la sordera y agriase su carácter.Otros casos recurrentes en la historia los protagonizaron los emperadores, senadores y demás acaudalados romanos, los cuales disponían de canalizaciones de plomo en sus domus y vajillas realizadas en bronce y recubiertas por finas capas de plomo para neutralizar el efecto venenoso del cardenillo.Cursa con un cuadro agudo gastrointestinal, con abundantes vómitos, dolor abdominal, heces negras y estreñimiento.Una manifestación clásica del saturnismo crónico es la neuropatía periférica en la cual destacan síntomas como el pie caído y la mano péndula.La recuperación se acompaña de secuelas como epilepsia, retraso mental, neuropatía óptica y ceguera.En el segundo año de vida los niños pueden manifestar defectos del lenguaje.Además tiene efectos sobre el sistema inmunitario, ya que actúa como inmunosupresor, disminuyendo las inmunoglobulinas y los linfocitos B principalmente.Sin embargo se utiliza para la quelación de metales que muestran más afinidad por el EDTA (ácido etilendiaminotetraacético) que el calcio, como es el caso del plomo, en cuya intoxicación su eficacia es máxima.