Entrada de virus a la célula

[3]​ Para iniciar la replicación en una célula huésped, la mayoría de los virus deben adherirse a la membrana plasmática, una interacción mediada por la unión específica a un receptor, que es una molécula, generalmente una proteína, que se encuentra en la superficie de la membrana.Para algunos virus, el receptor es la única molécula requerida para entrar a las células; para otros, la unión a un receptor no es suficiente para infectar al huésped por lo que otra molécula de membrana, un correceptor, es requerido para su entrada.[3]​ En virus envueltos, las glicoproteínas puntiagudas son las que se unen a los receptores.Por ejemplo, el poliovirus infecta primates pero no puede infectar ratones debido a que estos últimos sintetizan una proteína parecida al receptor del poliovirus, pero es lo suficientemente diferente para que el virus no pueda entrar a la célula.[3]​ Muchos virus de mamíferos inicialmente ganan acceso a sus huéspedes cruzando barreras epiteliales en los tractos respiratorios, digestivos o reproductivos, ya sea con o sin la infección de las células epiteliales en sí mismas.Una de las ventajas de la entrada endocítica es que los virus tienen una entrada fácil al citoplasma; se debe a que las vesículas endocíticas están diseñadas para atravesar las barreras del citoesqueleto y el citoplasma.
Virus de la influenza . Se pueden observar sus glicoproteínas puntiagudas (hemaglutininas) que actúan interaccionando con la membrana huésped.