Enterocolitis necrosante

[1]​ La causa es desconocida aunque se sabe que influyen factores como la infección, la alimentación por fórmulas lácteas, y la prematurez, lo que se explicaría por una inmadurez de la mucosa intestinal y de los sistemas de defensa inmunológicos.[1]​ Existe una relación inversa entre la edad gestacional y el riesgo de desarrollar una enterocolitis necrotizante.[3]​ Esta enfermedad se manifiesta con diversos signos sistémicos, como apnea, dificultad respiratoria, inestabilidad térmica (fiebre o hipotermia), letargia, intolerancia alimentaria; y signos abdominales como distensión abdominal, retención gástrica, vómitos, diarrea, abdomen enrojecido o de color anormal y sangre en heces (hematoquecia).Se utiliza para clasificar, las llamadas etapas de Bell:[2]​[3]​ En caso de sospecharse que el niño sufre este trastorno el médico interrumpirá la alimentación e iniciará alimentación intravenosa.Sin embargo, en algunos casos puede requerir cirugía u ocasionar problemas intestinales en el futuro.
Patología macroscópica de la enterocolitis necrosante neonatal