Enrique IV de Brabante, nacido hacia 1250 y fallecido después de 1272, fue duque de Brabante entre 1261 y 1267.
A la muerte de su padre en 1261, siendo Enrique menor de edad, su madre se encargó de la tutela.
Esta regencia fue disputada por su tío Enrique I, landgrave de Hesse, y por Enrique de Gaesbeek, nieto de Enrique I de Brabante, pero ambos fueron rechazados por los señores y las ciudades brabanzonas y Adelaida, mediante sobornos, logró hacer desistir a Gaesbeek de sus pretensiones, que amenazaba con imponer por la fuerza de las armas.
La exclusión del consejo de regencia de Arnulfo, barón de Wesemael y almirante de Brabante, provocó disensiones y enfrentamientos en Lovaina, al tomar Arnulfo partido a favor de Enrique frente a las intenciones de Adelaida de pasar el ducado a su hermano menor, Juan I, dados los problemas de salud y retraso mental que presentaba el mayor.
Consta que vivía aún en 1272, pero se ignora la fecha de su muerte.