Permaneció en Ilobasco bajo los cuidados de doña Carmen Escamilla, en cuya casa nació.
Cuando estaba para recibir las órdenes sagradas, escribió a su familia para que lo hiciesen regresar a Guatemala, manifestando franca y resueltamente que no deseaba ordenarse.
Interrumpió su pasantía para trasladarse a San Vicente con su tío José María López.
En 1841, se hizo abogado y al poco tiempo fue nombrado asesor del Departamento de Cuscatlán.
[8] Fue nombrado como diputado para el Congreso Nacional que se reunió en Tegucigalpa por el año de 1852.
Según el artículo necrológico en la Gaceta Oficial, sus últimas palabras eran: "Mi único y mayor amigo en mis postreros momentos, ha sido el Señor Barrios," por la ayuda que le había proporcionado para su recuperación en Cojutepeque.
[15][16] Es notable por su libro "Apostrofes" publicado en 1845 y es considerado una obra en el estilo de romanticismo.