Los sólidos pueden ser clasificados de acuerdo a la naturaleza del enlace entre sus componentes atómicos o moleculares.
También son característicamente quebradizos, debido a que la naturaleza direccional de los enlaces covalentes resiste fuertemente los movimientos asociados con el flujo plástico, y son, en efecto, rotos cuando ocurre dicho tipo de movimientos.
Los sólidos iónicos tienen bandas prohibidas muy grandes, de ahí que sean aislantes.
Los sólidos con enlace metálico puro son dúctiles y, en su forma pura, tienen una resistencia baja; sus puntos de fusión son variables (dependiendo del metal, el mercurio se funde a -39 °C).
La mayor fuerza puede ser debida a la interferencia con las dislocaciones que median en las transformaciones plásticas.