Enheduanna[1](2285-2250 a. C.)[2] es la poeta más antigua conocida y una de las primeras mujeres en la historia cuyo nombre se conserva.
Ostentó el importante cargo, político-religioso, de «Suma Sacerdotisa» en el templo del dios Nannar (la Luna).
Tras su muerte Enheduanna siguió siendo recordada como una figura importante, quizá incluso obteniendo un estatus semidivino.
Se encontró en los niveles Isin-Larsa (h. 2000–1800 a. C.) del Giparu junto con una estatua de la Sacerdotisa En Enannatumma.
[16] Se hallaron dos sellos con su nombre, pertenecientes a sus sirvientes y que datan del periodo sargónida, al excavar el Cementerio real en Ur.
Además, eruditos como Hallo y Van Dijk sugieren que ciertos textos no atribuidos a la misma podrían ser también obra suya.
Westenholz editó otro himno fragmentario dedicado a En-hedu-ana, aparentemente por un compositor anónimo, indicando su apoteosis, convirtiéndose en una deidad tras su muerte.
[27] La analista jungiana Betty De Shong Meador ha traducido obras de Enheduanna y escrito dos libros sobre el tema, Inanna: Lady of Largest Heart[28] y Princess, priestess, poet: the Sumerian temple hymns of Enheduanna.