Engagement (pronunciación en inglés: /ɛnˈgeɪd͡ʒmənt/) es un constructo psicológico que significa conexión afectiva, cognitiva y conductual[1] y hace referencia a cuán activamente se encuentra involucrada una persona en una determinada actividad.Ha sido definido como un proceso interactivo y bidireccional que implica compromiso o involucramiento entre unos sujetos (ciudadanos, trabajadores, clientes, usuarios de redes sociales) y unas organizaciones (administración pública, empresa, plataforma digital).El empleo de este término ha experimentado tal éxito que se ha extendido a otros campos como la psicología, la educación, los medios de comunicación o las redes sociales, en acepciones similares aunque no totalmente equivalentes (Ballesteros, 2018).La posibilidad de utilizar alguna otra expresión, como vinculación laboral, no está muy aceptada (puede designar también a cualquier tipo de relación entre un trabajador y su empresa), y se suele utilizar el término en su lengua original.Mientras que Reeve (2012),[7] plantea cuatro tipos: cognitivo, emocional, conductual y agentivo.El engagement psicológico se refiere al sentido de pertenencia, e identificación que los individuos desarrollan en relación con una actividad o institución en particular.Evan Hakel, experto en liderazgo y CEO de Ingage Consulting, estableció hace algún tiempo el término ingaging (ingagement).Al contrario que el engagement, que se limita a jugar con los factores ajenos al control de los empleados (dinero, jefes y reconocimiento), en el ingagement los empleados ven la mayoría de sus necesidades cubiertas por su propio trabajo.cuando nos referimos a ingagement cuando: Al final, el ingagement va mucho más allá del engagement al aprovechar el potencial de los empleados y otorgándoles un papel decisor dentro de la empresa lo que favorece la satisfacción y el compromiso con los valores y metas de la marca.Basado en esta definición de engagement, con posterioridad se desarrolló una escala de 13 ítems formada por tres dimensiones: engagement cognitivo, emocional y físico (May, Gilson y Harter, 2004).Una aproximación académica alternativa considera que el engagement es un estado psicológico de realización o la antítesis positiva del burnout o síndrome de estar quemado en el trabajo (Schaufeli y Salanova, 2007).Desde esta perspectiva el engagement se define como “… un estado mental positivo, de realización, relacionado con el trabajo que se caracteriza por vigor, dedicación y absorción” (Schaufeli, Salanova, González-Romá y Bakker, 2002, p.74).