La diferencia respecto a la obtenida en la tierra radica en el hecho que los aerogeneradores se ubican mar adentro.Además, los costes de las cimentaciones y anclajes han disminuido en los últimos años, por lo que el precio del megavatio (MW) de potencia se está igualando a otras energías renovables.En enero de 2020, Hornsea 1 en el Reino Unido es el parque eólico marino más grande del mundo con 1.218 MW.La única diferencia significativa que existe es la medida de las turbinas, puesto que por una instalación marina la cimentación y el cableado es muy caro por lo tanto es más rentable instalar turbinas de grandes potencias.Algunos componentes del aerogenerador están más sujetas que otros al desgaste y a la rotura.El tamaño del aerogenerador también condiciona el paisaje, puesto que turbinas más altas giran a menor velocidad y no contaminan tanto el paisaje como lo hacen las turbinas pequeñas de gran velocidad de giro.Este resultado se consigue gracias a una visualización en 3D mediante unos softwares que tienen en cuenta el diferentes tipos de parques, intensidades lumínicas y colores.La distinción entre el ruido y el sonido es un fenómeno psicológico, no es fácil elaborar un modelo sencillo, por lo tanto esto parece indicar que la percepción del sonido de un aerogenerador por parte de las personas está más gobernada por su actitud hacia la fuente que lo emite que por el sonido en sí mismo.Curiosamente la creación de estas turbulencias evita que el avión pierda sostén.Son poseedores de los parques eólicos más extensos, no por casualidad, puesto que hacer uso de este recurso es una alternativa por países relevo poco favorable o con densidades urbanas muy elevadas.Su primer parque eólico marítimo estaba formado por once unidades, y fue construido en el mar Báltico en 1991.[4] Se prevé un gran desarrollo de la energía eólica marina a los próximos años.