Para financiar sus actividades, el sector público puede utilizar esencialmente tres medios: Pero además de esto, el Estado puede utilizar la deuda como instrumento de política económica y en este caso debe aplicar la política de deuda que considere en cada momento más apropiada a los fines que persigue.
Cuando un Estado emite deuda, recibe el dinero (llamado principal) y va reembolsando periódicamente los intereses a lo largo del plazo acordado (de 3 meses a 30 años).
[1] Cuando el Tesoro Público emite títulos de deuda, esta puede ser adquirida por bancos privados, particulares y el sector exterior, pero también se puede ofrecer la deuda al Banco Central del país.
Frente a este tipo de deuda existe un modelo de deuda perpetua en el que no existe vencimiento de la misma y por tanto nunca es reembolsado el principal por el Estado.
A cambio su titular cobrará de manera perpetua los intereses pactados en su emisión.
La primera es suscrita por nacionales y todos sus efectos quedan circunscritos al ámbito de la economía interna.
La deuda externa, por el contrario, es suscrita por extranjeros y por ello tiene importantes novedades en cuanto a sus aspectos económicos, tanto para la economía nacional como para la de aquellos que suscriben la deuda.
En este sentido la deuda externa posibilita los fondos necesarios sin menoscabo del ahorro nacional.
Estas ventajas que ofrece a corto plazo la deuda externa tiene su contrapartida en el momento de la amortización de la deuda, cuando será necesario captar los recursos en el país sin que esos recursos produzcan una compensación en otros ciudadanos internos.
Dos de las organizaciones financieras de crédito más importantes a nivel internacional son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Esta cambio en la legislación se encuadró dentro del paquete de medidas que preparó el denominado Plan de Estabilización de 1959 que supuso una ruptura con la política autárquica llevada a cabo hasta ese momento por el gobierno franquista.
La deuda pública se estructura a plazo fijo.
Hasta el vencimiento no se recupera la inversión.
Esto hace mucho más atractiva la deuda pública para los inversores, al aumentar la liquidez.
Históricamente, los mercados de valores nacen como negociación de deuda privada y posteriormente comienzan a negociar deuda pública.
Existen distintas formas de financiar un déficit, al menos en el corto plazo.
Esta forma de endeudamiento permite al gobierno sostener un déficit sin disminuir sus reservas ni aumentar la oferta monetaria.
Al financiar el déficit fiscal con un aumento de la deuda interna, solo se posterga la fecha en la que se desatará la inflación, esto es, provee los recursos ahora, pero es una deuda que deberá pagarse en el futuro.
En cuanto a la relación entre deuda pública y producto interno bruto, hay cuatro posibles situaciones en las que el Estado puede estar en un año determinado: La siguiente ecuación en diferencias en la relación deuda / PIB muestra cómo el valor de la deuda pública en el tiempo t (Bt)es igual al valor nominal de la deuda en el año anterior (Bt-1), multiplicado por (1 + i), donde i es la tasa de interés nominal de los bonos, más el déficit primario (Dt) (la diferencia entre la producción y los ingresos del gobierno, excluyendo pagos de intereses): Dividiendo la ecuación para el PIB, y suponiendo que el aumento del PIB del tiempo t-1 en el tiempo t es igual a 1 + n (n es la tasa de crecimiento del PIB nominal), se obtiene la ecuación en diferencias b_{t} : :
Ahora, suponiendo una relación constante de déficit primario y el PIB, tenemos: Cálculo
se obtiene: , y el lugar: tenemos: Multiplicando :
de K, se tiene: Sumando las dos ecuaciones, miembro a miembro, se obtiene: Por lo tanto tenemos: que es igual a: Obtuvo la secuencia :
, i, I d Para evaluar en qué casos la relación deuda pública sobre PIB está aumentando o disminuyendo, ya que la secuencia b_{t} se define en los años 1, 2, .., t si tenemos en cuenta la función correspondiente definida en todo el tiempo y no de, solo este año, se sigue trabajando en T se puede calcular la derivada, en donde esta función es creciente o decreciente a través de su T será ascendente o descendente determinación del orden de años, solo 1, 2, .., t representa un subconjunto de T. Por lo tanto, la derivada es igual a: Si los resultados superan a los ingresos del Estado, pero la tasa de crecimiento del PIB es mayor que la tasa de interés de los bonos del gobierno, tenemos: continuación: si la derivada es positiva (es decir, :
), la relación deuda / PIB crece si la derivada es negativa (es decir, :
cuando la razón deuda / PIB se reduce, porque el cálculo de la forma indeterminada del tipo
, por lo que en este caso, después de cierto tiempo, la relación deuda / PIB se ha cancelado.
Puesto que la función I está disminuyendo en D la derivada de una función en un punto equivalente a la tangente trigonométrica del ángulo \alpha formado por la tangente geométrica a la función en ese punto con el eje x, puesto que la función tangente está aumentando en \alpha de modo que la derivada de I es suficientemente pequeño, es necesario que \alpha es tan pequeño como sea posible y por lo tanto es necesario que [1] es también necesario que la propensión marginal a ahorrar es lo suficientemente grande y que las personas interesadas en invertir en valores en lugar de trabajar están muchos.
Como se desprende de la estática comparativa de la obra clásica del modelo si la propensión a invertir de las empresas es menor que la propensión marginal al ahorro y la gente está más interesada en invertir en valores en lugar de trabajar para que la desigualdad se cumple: entonces una disminución en el gasto público disminuye el PIB y el número de empleados y aumenta la tasa de interés, por lo que el ratio Deuda / PIB tiende a aumentar.
Está claro, pues, que en el caso de que se cumple la desigualdad (1) el Estado antes de seguir cualquier disminución en el gasto público debería adoptar políticas para fomentar la inversión en la economía real y penalizar la propensión marginal a ahorrar de manera que el desigualdad (1) no se cumplen.
La deuda pública en España está constituida por los siguientes títulos: