El encaje de bolillos es una técnica de encaje textil, considerada como un oficio artesanal,[1] que consiste en entretejer hilos que inicialmente están enrollados en bobinas, llamadas bolillos, para manejarlos mejor.
[5] Génova era famosa por sus trenzas, por lo que no era sorprendente encontrar encajes de bolillos desarrollados en la ciudad.
[6][7] El encaje de bolillos se puede realizar con hilos finos o gruesos.
Tradicionalmente, se hacía con lino, seda, lana y posteriormente con algodón.
Hoy en día también se realiza con una gran variedad de fibras sintéticas, con alambres u otros filamentos.
La reaparición del bordado es un fenómeno reciente y, en general, es considerado como un hobby (afición, en castellano), aunque sigue habiendo gremios de artesanos que se reúnen periódicamente en lugares como Devonshire (Inglaterra) y Orange County (California).
En los pueblos europeos donde el encaje fue una vez una industria importante, en especial, Bélgica, Inglaterra, España y Francia, las encajeras todavía enseñan su arte y venden sus mercancías, aunque su clientela ya no es la misma, de la nobleza más rica se ha pasado al turista curioso.
Es este un encaje del tipo guipur donde las hojas constituyen los elementos básicos de la decoración.