En el tocador

La pintura se encuentra en la colección de la Galería Tretiakov en Moscú.

Según Serebriakova, el invierno llegó temprano aquel año, había mucha nieve, pero hacía calor en casa, así que «empezó a pintarse al espejo, entretenida dibujando diferentes cositas de su tocador».

Ante la insistencia de Yevgueni Lanseré, su hermano, Serebriakova envió En el tocador a San Petersburgo.

El pintor Valentín Serov lo llamó una «cosa muy linda y fresca», mientras el pintor y crítico Alexandre Benois escribió que Serebriakova «dio al público ruso un regalo tan maravilloso, como una “sonrisa de oreja a oreja”, que uno no puede dejar de agradecer».

Inmediatamente después de la exposición, la pintura fue comprada por la Galería Tretiakov.