Desembarcado en Brest, retornó al Perú a bordo de la fragata Amazonas, recién adquirida por el gobierno peruano.
En 1855, ya como teniente primero, se le dio el mando del pailebote Vigilante, donde tuvo a sus órdenes a su medio hermano Miguel Grau, que entonces era guardiamarina.
Durante la guerra civil de 1856-1858 se mantuvo leal al gobierno, a diferencia de otros marinos como Miguel Grau y Lizardo Montero, que se sumaron al bando rebelde.
Permaneció indefinido entre 1870 y 1880, desempeñándose este último año como mayor de órdenes del Departamento.
En 1880, durante la guerra del Pacífico, era jefe de la Batería la Merced en el Callao.