Emil Jellinek

La familia se trasladó, poco después del nacimiento de Emil, a Viena.

Jellinek vivió en Viena, Austria pero más tarde se trasladó a Niza en la Costa Azul, donde era el cónsul general de la Monarquía Austro-húngara.

Su segundo matrimonio en 1899 fue con Madelaine Henriette Engler, con la que tuvo cuatro hijos: Alain Didier, Guy, René y Andrée (Maya).

La nieta de Jellinek es Elfriede Jelinek, una dramaturga austriaca feminista que fue Premio Nobel en Literatura en 2004.

En Tetuán conoció a la que sería su primera mujer, Rachel Goggmann Cenrobert, una joven de origen sefardí nacida en África.

Reanudó su carrera diplomática como vicecónsul austríaco en Orán, Argelia y también comenzó a comerciar en Europa con tabaco argelino, en sociedad con el padre de Rachel.

Fue durante su primera época en Niza cuando Jellinek se sintió cautivado por los automóviles, estudiando cualquier información que le fuera posible encontrar y comprando sucesivamente un De Dion-Bouton, un Léon-Bollée Voiturette (ambos triciclos), y un coche motorizado Benz de cuatro asientos.

Tras ver el anuncio de un coche DMG en la revista semanal Fliegende Blatter, Jellinek viajó en 1896 a Cannstatt, Stuttgart, para averiguar algo más sobre la empresa, su fábrica y los diseñadores Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach.

Cada año en marzo, en la Costa Azul se celebraba una semana de velocidad, atrayendo a la alta sociedad local.

Monsieur Mercedes se convirtió en su apodo, con el que llegó a ser conocido en la región.

Jellinek fijó unas especificaciones estrictas para el "Mercedes", declarando que "No quiero un coche para hoy o mañana, este será el coche del día que marcará una época".

Detalló muchos parámetros nuevos para solucionar los problemas encontrados en muchos "carros sin caballo" mal diseñados, inadecuados para correr a altas velocidades y con peligro de vuelco: El modelo sería designado oficialmente Daimler-Mercedes, denominación fácilmente aceptada por el presidente de DMG al resolver el conflicto del nombre Daimler en Francia, que estaba registrado por Panhard & Levassor.

Durante los meses siguientes, Jellinek supervisó el desarrollo del nuevo coche, al principio mediante telegramas diarios y posteriormente viajando a Stuttgart.

Dedicó su vida completamente a su negocio, pasando mucho tiempo fuera de casa y enviando telegramas frecuentemente.

En los años 1900 comenzó a decaer su pasión por el "Mercedes", cansado de las peticiones especiales que le hacían los muy exigentes clientes aristócratas.

Continuó con su carrera diplomática, llegando a ser "Cónsul general Austro-húngaro" sucesivamente en Niza (1907), México y Mónaco.

En 1909 estando en Monte Carlo, Jellinek finalizó con sus actividades comerciales para centrarse en su trabajo consular, aunque llegó a comprar algunos casinos en la región.

Justo antes del estallido de la guerra en 1914 el gobierno austríaco cobró a Jellinek impuestos sobre sus propiedades francesas.

Von Dapper, cedió la mansión de Baden a su familia, escribiendo: "¡El Chalet de Baden me crea muchos problemas, no puedo dormir y esto perjudica a mi salud!.".

Escapando en 1917, terminaron en Ginebra, en la neutral Suiza, donde Emil Jellinek temporalmente fue detenido otra vez.

En el auge global de "Mercedes" en 1900, Jellinek compró varias propiedades, incluyendo: Sus propiedades más importantes eran: En el libro de memorias escrito por su hijo Guy, publicado en 1966, se describe a Jellinek como una persona con gran visión para los negocios, que supo conjugar su condición de diplomático, sus relaciones con la alta sociedad y su pasión por los automóviles.

El hijo de Jellinek, Guy, escribió: "Mi padre enviaba telegramas como martillos pilones.

Emil Jellinek conduciendo su Phoenix
El revolucionario Mercedes 35 CV diseñado por Wilhelm Maybach según las especificaciones de Jellinek.
Mansión Mercedes (Wienerstrasse 39-45, Baden Baden )
Fotografía de Jellinek tocado con un salacot.