Embrujo (película de 1947)

La película tuvo un enorme revuelo por la aparición de dos grandes estrellas del momento: Lola Flores y Manolo Caracol.

Embrujo, de corte claramente surrealista, provocó indignación entre los intérpretes (salvo en Fernando Fernán Gómez, que ya había trabajado con el director), y más aún entre los espectadores, que creían iban a ver bailar y cantar a la famosa pareja y se encontraban con imágenes insólitas, incluso incomprensibles, lo que provocó más de un altercado en las salas donde se proyectaba.

[1]​ Manolo descubre en Lola no sólo a la gran artista de la que todos quedan prendados sino a una obsesión, un amor que trasciendo los límites de la razón y que le hará caer en desgracia.

Pero el sentimiento que ha dejado Manolo en Lola es demasiado grande y le hará volver a España para reencontrarse con su obsesión.

El paso de la película por la censura se salda con una aprobación sin cortes y la concesión de una pobre Segunda Categoría que da derecho a dos permisos de doblaje, y que no hace sino confirmar el escaso interés y los numerosos reparos que estos mismos organismos censores habían puesto al Guion de la película antes de que esta se llevara a cabo.