Manuel María Barbosa du Bocage

Barbosa comienza a escribir poesía en la infancia y al tener algo de niño prodigio hace que crezca adulado, tímido e inestable.Es admitido en la Academia Real de Marina en Lisboa,[1]​ pero en lugar de estudiar se dedica a las aventuras amorosas, y en los siguientes cinco años quema incienso en muchos altares, mientras que su memoria retentiva y su extraordinario talento para la improvisación le ganan una buena base de admiradores y hace que siente la cabeza.No obstante aparece nombrado guardiamarina por la reina María I de Portugal.Las modinhas brasileñas —pequeños poemas rimados al son de una guitarra en las reuniones familiares— eran verdaderamente populares por entonces, y Bocage escribe varias.Pero al poco ya escribía feroces sátiras contra sus compañeros.
Monumento a Bocage en Setúbal, en la plaza que lleva su nombre.