Tradujo al inglés el himno nacional serbio y fue esta versión la que se cantaba en Gran Bretaña durante la guerra.
Escribía sobre política balcánica e internacional, así como sobre el sufragio femenino y sobre la Home Rule de Irlanda.
Christitch obtuvo su libertad gracias a la intercesión del Papa.
El Papa Benedicto XV otorgó una bendición a Christitch por su trabajo.
En 1919, Elsabeth Christitch tuvo una audiencia con el Papa, que dijo "nos gustaría ver mujeres electoras en todas partes".