Los seis gases que se encuentran en la naturaleza son el helio (He), el neón (Ne), el argón (Ar), el kriptón (Kr), el xenón (Xe) y el radiactivo radón (Rn).La combinación helio-oxígeno-nitrógeno (trimix) se emplea para respirar en inmersiones de profundidad para evitar que los buzos sufran el efecto narcótico del nitrógeno.Después de verse los riesgos causados por la inflamabilidad del hidrógeno, este fue reemplazado por helio en los dirigibles y globos aerostáticos.Gas noble es una traducción del nombre alemán Edelgas, usado por primera vez en 1898 por Hugo Erdmann,[9] para indicar su extremadamente bajo nivel de reactividad.[10] Gases raros es otro término que se ha utilizado,[11] pero también es incorrecto porque el argón conforma una parte bastante considerable (0.94 % por volumen, 1.3 % por masa) de la atmósfera terrestre.Durante su búsqueda del argón, Ramsay también consiguió aislar el helio por primera vez, al calentar cleveíta, un mineral.Por su parte, el radón fue identificado por primera vez en 1898 por Friedrich Ernst Dorn,[16] y se le llamó emanación de radio, pero no fue considerado como un gas noble hasta 1904, cuando se determinó que sus características eran similares a las de los otros gases nobles.[29] En octubre de 2006, científicos del Joint Institute for Nuclear Research y del Lawrence Livermore National Laboratory sintetizaron exitosamente el oganesson (Og), el séptimo elemento en el Grupo 18,[30] al bombardear californio (Cf) con calcio (Ca).Por ejemplo, el potencial de ionización disminuye a medida que aumenta el radio ya que los electrones de valencia en los átomos más grandes se encuentran más alejados del núcleo y, por lo tanto, no se encuentran ligados tan fuertemente por el átomo.Por ejemplo, a medida que se baja en los grupos de la tabla periódica, el radio atómico y las fuerzas interatómicas aumentan.[36] En cambio, el miembro del grupo 14 Flerovio presenta propiedades similares a las de los gases nobles.[37] Los gases nobles son incoloros, inodoros, insípidos y no inflamables en condiciones normales.Los átomos con capas de valencia llenas de electrones son extremadamente estables y por tanto no tienden a formar enlaces químicos y tienen poca tendencia a ganar o perder electrones.No se han formado compuestos neutros en los que el helio y el neón estén presentes en los enlaces químicos (aunque hay pruebas teóricas de algunos compuestos de helio), mientras que el xenón, el kriptón y el argón solo presentan una reactividad baja.En 1933, Linus Pauling argumentó que los gases nobles más pesados podían formar compuestos con el flúor y el oxígeno.Se han observado átomos de kriptón unidos químicamente a otros no metales (hidrógeno, cloro, carbono), así como algunos metales de transición tardíos (cobre, plata, oro), pero solo o bien a temperaturas bajas.[41] En 2007 no se conocían moléculas neutras estables con átomos de helio o neón con enlaces covalentes.Se puede explicar los enlaces en estos compuestos con un modelo de tres centros y cuatro electrones.[57][58] Este modelo, propuesto por primera vez en 1951, considera la unión de tres átomos colineales.[59] La química de los gases nobles más pesados, el kriptón y el xenón, está bien determinada.La abundancia de los gases nobles en el universo disminuye a medida que aumenta su número atómico.La mayoría del helio del universo se formó durante la nucleosíntesis primordial, pero la cantidad de helio aumenta constantemente debido a la fusión de hidrógeno en la nucleosíntesis estelar (proceso realizado mediante reacciones nucleares que tiene su origen en las estrellas durante su proceso evolutivo, y que antecede a una supernova por colapso gravitatorio).Se puede filtrar en edificios a través de los cimientos y acumularse en áreas mal ventiladas.Debido a su gran radiactividad, el radón supone un riesgo significativo para la salud; solo en Estados Unidos, está asociado con unas 21 000 muertes por cáncer de pulmón cada año.[68] El helio se utiliza como componente de los gases respirables para sustituir al nitrógeno, gracias a su baja solubilidad en fluidos, especialmente en lípidos.Los gases son absorbidos por la sangre y los tejidos corporales cuando hay presión, como en el submarinismo, lo que provoca un efecto anestésico conocido como «mal de profundidad».Debido a su baja solubilidad, entra poco helio en las membranas celulares, y cuando se utiliza helio para sustituir parte de los gases respirables, como en el trimix o el heliox, se consigue una reducción del efecto narcótico del gas en profundidad.El argón sólido también se utiliza para estudiar compuestos muy inestables, como intermedios reactivos, atrapándolos en una matriz inerte a temperaturas muy bajas.[68] Los gases nobles se usan habitualmente para la iluminación debido a su falta de reactividad química.El radón, que es muy radiactivo y solo está disponible en cantidad mínimas, sirve en el tratamiento por radioterapia.