Mientras tanto, el cable telegráfico transatlántico de Cyrus West Field se completó con éxito, lo que llevó al abandono en 1867 del esfuerzo transruso.
Ya en 1861, la Western Union Telegraph Company había conectado el este de los Estados Unidos por telégrafo eléctrico hasta San Francisco.
[6][7] Para supervisar la construcción, Collins eligió al Coronel Charles Bulkley, quién había sido el superintendente de Telégrafos Militares.
Franklin Pope fue asignado a Conway y se le dio la responsabilidad de explorar Columbia Británica.
La tarea de explorar la América rusa fue para el naturalista del Instituto Smithsonian, Robert Kennicott.
En Siberia, la construcción y exploración estuvo a cargo de noble ruso, Serge Abasa.
Michael, Alaska; un tercero exploró el área a lo largo del río Amur en Siberia, y un cuarto grupo de aproximadamente cuarenta hombres, enviados a Port Clarence para construir la línea que cruzaría el estrecho de Bering hasta Siberia.
[10] En Brownsville, se tendió un cable a través del río hasta New Westminster.
Edward Conway había caminado hasta Hope y estaba consternado por la dificultad del terreno.
En lugar de esperar hasta la primavera como era la práctica habitual, la construcción comenzó y continuó durante ese invierno.
[8] Cuándo el cable del Atlántico se completó con éxito y se envió el primer mensaje trasatlántico a Inglaterra en julio de 1866, los hombres de la división ruso-estadounidense no lo supieron hasta un año después.
El invierno detuvo la construcción, pero se reanudó en la primavera con 150 hombres trabajando al noroeste de Quesnel.
Algunos ejemplos de estos son Hazelton, Burns Lake, Telkwa[16] y Telegraph Creek.
En su libro The Yukon Story, describe el estado del sendero treinta años después de que fuera abandonado.
Lo guardé como recuerdo, pero lo perdí más tarde junto a una cámara y algo de ropa, cuando una barcaza casi se volcó en el Lago Laberge.»[21] Fueron muchos los lugares y accidentes geográficos nombrados por los miembros de la expedición o que honran su memoria, destacando: Se encuentran disponibles varias obras importantes que documentan la expedición.
[23][24] George Kennan y Richard Bush escribieron sobre las dificultades que encontraron durante la expedición.
Kennan más tarde se haría conocido por influir en la opinión estadounidense sobre el Imperio ruso.