La dominación política de Juárez impidió que el propio Perón pudiera imponer a su candidato, el desarrollista Francisco López Bustos, y por lo tanto el FREJULI se presentó completamente dividido.
La división no impidió que el FREJULI ganara las elecciones, con ambas facciones quedando en primer y segundo lugar.
Juárez obtuvo la primera minoría incluso sin el apoyo de Perón, pero no pasó el 30%, y López Bustos quedó segundo con el 24%.
En tercer lugar, con apenas un 10%, quedó la Unión Cívica Radical (UCR).
Los comicios consolidaron su dominio del peronismo santiagueño y de las políticas del gobierno provincial en general, además de marcar la tendencia abstencionista en Santiago del Estero (a pesar de que en el país el voto es obligatorio), donde la concurrencia a votar suele ser baja.