Elecciones presidenciales de Túnez de 2014
[1] Estos comicios, de carácter histórico, fueron el punto culminante de la transición democrática del país tras la revolución que derrocó al dictador Zine El Abidine Ben Ali en enero de 2011, constituyendo, tras las elecciones legislativas un mes atrás y las elecciones constituyentes de 2011, las terceras elecciones democráticas del país desde 1956, y la primera elección presidencial libre y justa en toda la historia tunecina.Para ese entonces, Túnez era el único país de Oriente Medio cuya revolución había consolidado un régimen democrático.Por otro lado, la situación humanitaria en Siria e Irak por la irrupción del Estado Islámico en el conflicto sirio y la insurgencia iraquí habían dejado a los dos países en la ruina, siendo encaminada Yemen hacia el mismo camino por el intento de golpe de Estado parcialmente exitoso, liderado por los denominados Houthis contra el gobierno de transición de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, y la consecuente guerra civil, que perdura hasta la actualidad.[2][3][4][5][6] Como ninguno de los candidatos obtuvo mayoría absoluta en primera vuelta, se debió realizar un balotaje el 21 de diciembre entre el hasta entonces presidente provisional Moncef Marzouki (elegido por la asamblea constituyente en 2011), y Béji Caïd Essebsi, del partido laicista Nidaa Tounes.Desde su independencia, Túnez solo había tenido dos presidentes, Habib Burguiba (1957-1987) y Zine El Abidine Ben Ali (1987-2011), ambos dictadores autocráticos, repetidamente reelectos sin oposición.[12] Por su parte, Mebazaa dijo que lo mejor para el país era formar un gobierno de unidad nacional.La oposición también acusó al gobierno de utilizar la Asamblea Constituyente para perpetuarse en el poder mediante legislaciones.[17] Al mismo tiempo, una encuesta demostró que el pueblo tunecino estaba empezando a perder la fe en la transición.[20] La junta electoral se creó al dar la lista de candidatos a la Asamblea Constituyente, evitando así el poder judicial, que no podía revisar las sesiones plenarias de la Asamblea Constituyente.[24] La constitución tunecina establecía que se debía convocar a una elección entre los 45 y 60 primeros días desde que el Consejo Constitucional declarara la presidencia "vacante",[25] pero hubo llamados de la oposición a retrasar las elecciones y de realizarlas sólo dentro de seis o siete meses, con supervisión internacional.No estamos aferrados al poder, pero tenemos un deber y una responsabilidad que vamos a ejercer hasta el final.Salem Labiadh, presentó su renuncia, Ettakatol, aliado de Ennahda, pidió disolver el gobierno.[35] Cinco candidatos se retiraron antes de la elección: Abderraouf Ayadi, Abderrahim Zouari (que declaró su apoyo a Essebsi), Mohamed Hamdi, Noureddine Hached y Mustapha Kamel Nabli.[37] A pesar de que Nejib Mrad, miembro de la Asamblea Constituyente por Ennahda, acusó a la oposición de intentar perpetuar un derrocamiento ante Al Jazeera, lo cual provocó un gran revuelo, el vicepresidente del partido Walid Bennani negó tales afirmaciones, afirmando que "nadie en el país quiere una repetición del escenario egipcio (en referencia al reciente derrocamiento del gobierno electo de Mohamed Morsi), es solo un partido opositor que quiere disolver el parlamento, no hay ninguna semejanza en ambos casos".[39] El líder de la UGTT, Hussein Abbassi, anunció que se había alcanzado un acuerdo entre los gobernantes y la oposición para el actual el primer ministro dimitiría a finales de 2013 y permitiría la creación de un gobierno interino, una nueva constitución escrita y una nueva elección organizada.[42] El partido Afek Tounes se declaró en favor de Béji Caïd Essebsi.[43] El partido Tounes Baytouna expresó más tarde su apoyo a la campaña de Marzouki.