[1] Si bien no se considera históricamente a estos comicios como democráticos, lo cierto es que fueron las primeras elecciones en la historia de Paraguay en las cuales la oposición pudo hacer campaña libremente y presentar candidatos presidenciales con aspiraciones de triunfo real.
[2] El único partido opositor que permaneció proscripto y no pudo concurrir a las elecciones fue el Partido Comunista Paraguayo, que de todas formas sería legalizado más tarde ese mismo año.
[4] El Partido Colorado también renovó su mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, también electa para completar el período legislativo iniciado en 1988 (aunque sería reemplazada por una Asamblea Constituyente en 1991).
Las primeras elecciones bajo esta nueva constitución se celebrarían en 1993, al completar Rodríguez Pedotti su período presidencial.
El argumento de Rodríguez fue criticado por ser incongruente dado que la Constitución ya había sido violada por el golpe militar.
En las elecciones legislativas, el Partido Colorado obtuvo el 73.9% de los votos, guarismo ligeramente inferior al obtenido por Rodríguez.
A pesar del hecho de que los colorados una vez más tenían una mayoría abrumadora en el cuerpo legislativo, no pudieron convertirse en el "partido unido en el gobierno" que fervientemente buscaban los líderes militares de más antigüedad.
Bajo la tutela de los mismos, a los militantes se les privó temporalmente de exteriorizar su voz en el Partido Colorado; el Ejecutivo elaboró una nueva ley electoral que fue aprobada por el Parlamento; y la Junta Electoral Central, aún bajo control del partido oficialista, empezó a compilar un nuevo padrón.