Elecciones generales de Antigua y Barbuda de 1976

Para el día de la nominación de candidatos, la polarización bipartidista se había exacerbado al punto que no ningún tercer partido disputó la elección y solo el PLM y el ALP presentaron candidaturas en Antigua.

[3]​ Por fuera del clima enrarecido por la violencia bipartidista y la crisis económica, la campaña se enfocó en la cuestión de la independencia completa de Antigua y Barbuda respecto de Gran Bretaña, con el PLM proponiendo una independencia inmediata y el ALP considerando que el archipiélago no estaba listo para acceder a la plena soberanía.

[2]​ En Barbuda, por su parte, el popular dirigente nacionalista barbudense Claude Earl Francis obtuvo poco más del 31% en una competencia atomizada entre cinco candidatos y resultó electo parlamentario, dando inicio a un período de casi cuarenta años en los cuales fuerzas o figuras regionalistas controlarían el escaño de Barbuda en detrimento de los partidos nacionales.

El ALP, encabezado por la familia Bird, gobernaría Antigua y Barbuda en el marco de un régimen hegemónico hasta 2004.

El gobierno de Walter estaba pensado como una coalición entre el sindicalismo disidente del ALP y facciones conservadoras encabezadas por el terrateniente blanco Robert Hall, que ejercería como su vicepremier.

Sin embargo, desde antes de asumir, Walter operó para debilitar a las facciones rivales en el partido y fortalecer su propio liderazgo personal, una autocratización que fue comparada por los críticos con la que se había percibido en el ALP bajo el régimen de Bird.

El involucramiento de los jóvenes antiguanos en política partidista desde una edad muy temprana y un amplio despliegue mediático ayudaron a aumentar esta polarización.

Poco después de la derrota electoral, se formó el grupo Combatientes por la Libertad de Antigua (Antigua Freedom Fighters o AFF) que comenzó a realizar actos en contra del gobierno.

[7]​[9]​ Bajo las normativas constitucionales vigentes, Antigua y Barbuda era un «Estado Libre Asociado» con el Reino Unido, conservando a Isabel II como Reina y con un gobernador para representar al monarca localmente, manteniendo un sistema parlamentario basado en el modelo Westminster.

[3]​ Para el momento previo a las elecciones, el PLM experimentaba una intensa polarización interna y una lucha por el control del partido.

Además, el PLM enfrentaba una creciente presión por parte del Movimiento Laborista de Antigua (ALP), su principal rival político, lo que exacerbaba las tensiones internas y amenazaba la cohesión del partido de cara a las elecciones.

A medida que se acercaban las elecciones, el PLM se encontraba en medio de una crisis interna, con divisiones cada vez más evidentes y una falta de unidad en torno a su liderazgo y plataforma política.

Estas organizaciones juveniles se convirtieron en canales importantes para reclutar nuevos miembros y transmitir la ideología del partido.

El PLM centró su discurso en defender sus cinco años de gestión, pero también en criticar duramente los años de hegemonía anteriores del ALP, describiendo el período anterior a su victoria en 1971 como un "paisaje político estéril".

No obstante, el manifiesto del ALP tampoco escapó a esta retórica, buscando retratar a los líderes del PLM como incapaces y autoritarios, así como carentes de la capacidad «intelectual y programática» para liderar al pueblo.

Ambos periódicos utilizaban un lenguaje agresivo, emotivo y personalista en su cobertura política, lo que contribuía a intensificar el clima de polarización durante la campaña.

El panorama parlamentario del ALP pasó definitivamente a estar dominado por la familia Bird.

Tanto Vere Bird como sus dos hijos resultaron electos parlamentarios y controlaron la nueva bancada del partido.

Por su parte, el PLM sufrió un duro revés al perder ocho escaños respecto a las anteriores elecciones.

No obstante, perdió buena parte de sus apoyos en áreas rurales ante el ALP, donde los laboristas recuperaron preeminencia.