Halicki Gone in 60 Seconds.
Este último se hizo un objeto de culto para los fans del modelo quienes aprecian sus toques clásicos, pero a la vez con una apariencia renovada y agresiva.
En cuanto a los componentes mecánicos, se le realizaron cambios al motor V8, transmisión y frenos para aumentar su desempeño e incluso, hacerlo más fácil de conducir para los pilotos durante el rodaje.
Los múltiples vehículos hechos para la película quedaron destruidos y algunos fueron restaurados para su posterior venta por algunos entusiastas.
Actualmente, algunos restauradores realizan la modificación del clásico Mustang GT500 para literalmente transformarlo en un Eleanor.