El vendedor ambulante es un cuadro del pintor flamenco El Bosco, ejecutado al óleo sobre tabla.
[1] Algunos autores han señalado que el cuadro fue realizado hacia el año 1510.
Como escribe Jos Koldeweij, «representa el homo viator, el caminante, el hombre sobre el sendero de su vida.
Amenazado por peligros y tentaciones, debe continuar el camino a lo largo de una vía a menudo estrecha y accidentada y plagada de obstáculos», dividida en dos caminos: el del pecado, simbolizada por el burdel a la izquierda que tiene como insignia una oca blanca, símbolo de lascivia; y aquel otro del regreso que parece haber elegido el hijo pródigo, cuya iconografía se asemeja al arcano sin número del tarot: El Loco.
[2] Considera Pijoán que aquí se representa al Hijo pródigo como un vagabundo que se marcha de la venta donde le han acogido, llevándose el zurrón lleno y el sombrero de un soldado que se ha quedado rezagado besando a una joven.