El sermón sobre la caída de Roma
La familia Antonetti no vivía en Córcega, donde sólo nació el abuelo Marcel, poco después de la Primera Guerra Mundial, el más joven de una familia en la que era sobre todo cercano a su hermana Jeanne-Marie.Tras marcharse en cuanto pudo al continente para alistarse en el ejército, al igual que su hermano mayor Jean-Baptiste, Marcel, debido a problemas de salud, no pudo realizar su sueño y, tras una estancia en Marsella, donde se casa con una hija Colonna, se convierte en administrador colonial en el África Ecuatorial Francesa."Matthieu escoge a Leibniz para escribir su tesis de licenciatura, pero se desengaña enseguida.Sólo un loco o un idiota pueden afirmar que "vivimos en el mejor de los mundos posibles".Sin embargo, poco a poco se anuncian los primeros síntomas de degradación, tanto en las relaciones amistosas perturbadas por las relaciones románticas de las camareras y sus diferencias, como en la frecuentación del bar donde aparecen tensiones entre ciertos clientes habituales y Libero.Más allá del relato filosófico, la novela es también una historia sobre la desintegración de la sociedad insular corsa durante el siglo XX.Tal vez al hombre de nuestro tiempo no le quede otra salida que excavar una tumba en el cielo."[4] Raphaëlle Leyris elogió en Le Monde la virtuosidad verbal de Ferrari: "La frase extraordinariamente elaborada y sinuosa de Jérôme Ferrari busca explorar los caminos que cada persona elige, aún más admirable en El sermón que en sus novelas anteriores.