Sin embargo, cuando Eduardo sale del palacio por un momento (en el proceso escondiendo un artículo de importancia nacional, el Gran Sello Real), es echado por los guardias al confundirlo con un mendigo al estar vestido con las ropas de Tom.Enrique VIII fallece y por consiguiente se hacen los preparativos para la coronación del próximo rey de Inglaterra.A medida que Eduardo experimenta la brutal vida de la gente pobre, toma consciencia de la desigualdad social en Inglaterra, en particular del áspero sistema judicial donde la gente es quemada en la hoguera, puesta en picotas y flagelada.También se da cuenta de que los acusados son condenados con pruebas endebles por delitos menores.Eduardo se compromete a reinar con misericordia cuando recupere el lugar que le corresponde.A pesar de ser una novela escrita para niños, El príncipe y el mendigo es una fuerte crítica hacia la desigualdad social y hacia la perspectiva de juzgar a los demás por su apariencia, siendo su principal tema la misericordia.