Al poco tiempo se dan cuenta de que los han encerrado, y a partir de ahí deberán realizar varias pruebas colectivas eliminatorias, centradas en la argumentación por parte de los candidatos.
Todo esto en un país que está pasando por problemas sociales muy fuertes, y en el que constantemente se llevan a cabo manifestaciones violentas en contra del gobierno.
Aunque en la obra de Jordi Galcerán sí que hay una crítica importante hacia el mercado laboral y el capitalismo moderno, lo cierto es que El método Grönholm era ante todo la disección del perfil de un sujeto egoísta que ha abandonado a los suyos de manera determinante, un punto importante como calidad de autonomía; un vodevil que poco a poco iba transformándose en otra cosa...
El método por el contrario desde el aumento del número de personajes hasta el enfoque -bastante más dramático- ahonda más en esa descripción distópica del mundo contemporáneo, lo que provocó unas airadas quejas de Galcerán.
[cita requerida] La película rodó los exteriores en Madrid (Paseo de la Castellana y plaza Pablo Ruiz Picasso) y los interiores en un plató que imitaban los rascacielos de oficinas de Azca.