El jugador (Dostoyevski)

Alekséi regresa con las ganancias, pero Polina no le dirá la razón por la que ella necesita dinero.

Polina solo se ríe en su cara (como lo hace cuando él le profesa su amor) y lo trata con fría indiferencia, si no verdadera malicia.

Astley, tímido inglés que parece compartir la fijación de Alekséi por Polina.

Polina lo reta a comportarse de forma insultante con la pareja aristocrática, y él lo hace.

Ella les dice estar enterada de la deuda del General y por qué este se halla esperando su muerte.

A continuación, Antonida Vasílevna pide a Alekséi que ejerza como su guía por la ciudad, notoriamente famosa por sus aguas curativas y también notoriamente infame por su casino, en cuyas mesas de juego «se apilan montañas de oro»: la anciana también quiere jugar.

Al oír esto Alekséi sale corriendo de la habitación y se dirige al casino donde comienza a jugar en un estado casi febril, allí gana más de doscientos mil rublos y se convierte en un hombre rico.

Polina sale corriendo del hotel y Alekséi no vuelve a verla.

Sabiendo que el General no recibiría su esperada herencia, Blanche de Cominges abandona la ciudad acompañada por su madre, rumbo a París, a las que se une el desesperanzado Alekséi.

Astley en un banco del parque de Bad Homburg y charla con él, informándole que Polina se encuentra en Suiza y que ella lo ama de verdad.

De camino, Sin embargo, pasan por Baden-Baden y pierde todo su dinero en apuestas.

Si no cumplía con lo acordado, tendría que ceder sus derechos de autoría y devolver lo cobrado por adelantado.

Es en estos dos últimos viajes, en su obsesión con la ruleta y Pólina, que se encuentra la clave para entender El jugador, donde se plasman diversos elementos autobiográficos: desde la personalidad compulsiva y arrastrada por el juego de su protagonista, Alexéi Ivánovich, hasta la dependencia ciega a la mujer de la que está enamorado, retratada en la relación de Alexéi con la madre de los niños a quiénes debía instruir, Pólina Alexándrovna.

También el director alemán Sebastian Bieniek rodó la película de 2007 Los jugadores, basada en la novela, y ese mismo año Giuliano Montaldo rodó otra película (I demoni di San Petroburgo) inspirada en la vida del escritor mientras escribía El jugador.

Balcón de la casa en Baden-Baden donde solía residir Dostoyevski. El título del libro reza Der Spieler , El jugador en alemán.