El desembarco de María de Médicis en el puerto de Marsella
El encargo fue realizado por la propia María, con la finalidad de reforzar su soberanía y legitimidad en unos tiempos en que su hijo Luis XIII entraba en conflicto con su madre.Rubens dibujó los esbozos en París, pero la ejecución material fue llevada a cabo con ayuda de colaboradores en Amberes.[1] Rubens ha infundido la escena con personificaciones alegóricas y figuras mitológicas para glorificar el evento, así el espectador no tiene ninguna duda sobre la naturaleza especial de este.Junto a los personajes históricos o reales del plano superior coexisten los personajes mitológicos en el mar: monstruos marinos, sirenas, ninfas, en los que abundan los opulentos desnudos y los colores cálidos típicos de la escuela veneciana.En primer plano se encuentra Neptuno que asegura su llegada sana y salva.