Contiene los restos de un pequeño poblado ibérico fortificado.
Gran parte de esta cerámica aparece pintada con motivos geométricos como bandas, semicírculos y círculos concéntricos, ajedrezados, retículas, estilizaciones vegetales y motivos figurados.
El yacimiento y las conclusiones de su estudio se pueden conocer gracias al Centro de Interpretación que se localiza en Oliete.
Los resultados de estas excavaciones fueron estudiados y publicados por Antonio Beltrán en 1958.
En los años 1997, 2002 y 2005 el Gobierno de Aragón financió diversas intervenciones destinadas a la consolidación, restauración y mantenimiento de los restos constructivos excavados.