En su último año estuvo gestionado por la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), entonces dirigida por Miguel Durán.
Durante dos años se consolidó en el panorama editorial, lo que animó a Sebastián para convertirla en una publicación diaria.
Para ello contrató nuevos empleados y aumentó el capital social de Ediobser, la empresa editora.
Mario Conde, entonces presidente de Banesto, mostró interés por entrar en el accionariado pero finalmente se retractó.
En abril, la ONCE nombró director a Manuel Soriano para que asumiera el relanzamiento.