Generalife

Fue concebida como villa rural, donde jardines ornamentales, huertos y arquitectura se integraban, en las cercanías de la Alhambra.[9]​ No obstante, una inscripción ornamental en el palacio de Ibn al-Yayyab lo denominaba como Dar al-Mamlakat as-Sa'ida, «la morada del reino feliz».[13]​ Aunque no hubiera comenzado su construcción, Muhammad III al menos contribuyó en algunas decoraciones tempranas.Finalmente, Yusuf III (r. 1354-59) realizó modificaciones en los sectores meridionales del palacio en el siglo XV.[15]​El Generalife es uno de los jardines islámicos más antiguos que se han preservado hasta la actualidad.El viajero veneciano Andrea Navagero visitó el Generalife entre 1524-26, dando una descripción del mismo antes de que se produjeran estas alteraciones posteriores, hecho que ha ayudado a los profesionales modernos a reconstruir la apariencia original del palacio y sus jardines.[18]​ En 1958 un incendio destruyó o dañó la mayor parte de las sección septentrional del Generalife.No obstante, tras estas excavaciones, el nivel original del pavimento volvió a ser rellenado hasta medio metro con nuevos materiales, los orificios fueron sepultados y los jardines volvieron a replantarse sin ninguna relación con los jardines islámicos.[11]​ Desde 1984 el Generalife ha sido inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco junto a la Alhambra.[18]​ Gran parte del complejo actualmente está ocupado por los Jardines Nuevos, espacio verde que fue conformado en el siglo XX en la zona meridional más cercana a los palacios históricos.La sección sur de estos jardines fue diseñada por Francisco Prieto Moreno y concluyó en 1951, e incluyen muros formados por cipreses podados y grandes albercas cruciformes de inspiración islámica junto con otras plantas decorativas.Los jardines que se encuentran en la colina bajo esta gran terraza, en el área suroccidental, se denominan como Las Huertas, consisten en varias terrazas de gran tamaño llenas de vegetación y han tenido este mismo uso desde el siglo XIV.El patio, muy modificado en época cristiana, conserva, sin embargo la influencia de sus antiguos habitantes, en lo que Chueca Goitia dio en llamar invariantes castizos, y el encanto romántico de sus surtidores y su frondosa vegetación.El acceso, en pendiente, representaba un problema que el alarife nazarí supo salvar con singular maestría: la escalera, interrumpida por varios descansillos de planta circular presididos por fuentes bajas, tiene como pasamanos dos canales hechos con humildes tejas y ladrillos y encalados.El espacio resultante, umbrío y fresco, servía a la vez para efectuar las abluciones previas a la oración, y de esa manera, se convertía en el sahn que toda mezquita requiere.
El Patio de la Acequia en el siglo XIX , antes de la instalación de las fuentes modernas.
Patio del Ciprés de la Sultana
Escalera del Agua
Jardines del Generalife
Vistas desde el mirador de Ismail
El Generalife visto por Santiago Rusiñol
El Generalife desde el Albaicín