Ibn Luyun, en el siglo XIII, revela y expone cómo ha de construirse.
[10] Fue precisamente en este siglo XVII cuando el Albaicín adquirió la imagen tradicional que ha perdurado hasta hoy, con cármenes, huertas y hábitat poco denso.
La mayor parte de los cármenes que subsisten hoy en día pertenecen a esta época, en su versión actual, pues algunos de ellos se construyeron sobre otras edificaciones anteriores.
Con frecuencia, adquirieron entidad arquitectónica o paisajística mucho mayor de lo que era tradicional en los cármenes.
Este último es mucho más tardío, ya de comienzos del siglo XX, y se edificó bajo los parámetros del modernismo y el art deco.